En
nuestra preocupación diaria por la conservación y protección del medio ambiente,
observamos cómo se talan miles de árboles en las selvas, en el campo, y hasta
en la ciudad, donde existen muy pocos y los que hay, se cortan para dar paso a
la civilización. Hacemos aquí un breve llamado hacia la importancia que tienen
los árboles, arbustos y especies vegetales en general, para la buena salud de
nuestro planeta.
¿Por qué
reforestar?
- Si pensamos que cada árbol o arbusto adulto aporta 9 kg de oxígeno al año y depura 6 kg de dióxido de carbono (que entre todos emitimos a la atmósfera), seremos conscientes de la importancia de estos seres vivos para la vida en el planeta...
- Si recordamos la sombra y el aire fresco bajo un árbol en un día caluroso...
- Si fuéramos conscientes de que las lluvias resbalan sobre los empobrecidos y esqueléticos suelos que heredarán nuestros hijos cuando acabemos nuestras faraónicas obras, porque no existen árboles que filtren el preciado líquido...
- Si apreciáramos que con la presencia de bosques muchas de nuestras
enfermedades más comunes se verían reducidas, las plagas serían combatidas
de forma natural, los vientos serían algo menos virulentos, muchas
personas no deberían abandonar sus modos tradicionales de vida y sus
culturas por contar con riquezas naturales de las que vivir...
¿Para qué
reforestar?
- Reducir el preocupante deterioro de la cubierta vegetal que está contribuyendo, amén del propio empobrecimiento del suelo, a un proceso de erosión que acelera el avance de las condiciones esteparias y subdesérticas en nuestras tierras así como a magnificar los problemas de inundaciones.
- Introducir un sistema de reforestación y recuperación de cubiertas
vegetales que, aunque no se lleve a cabo muy a menudo, es el más indicado
según la gran mayoría de los especialistas.
En
resumen, los objetivos que persigue un plan de reforestación son:
- Lucha contra la erosión y la desertificación.
- Protección de ecosistemas y mantenimiento de la biodiversidad.
- Restauración de ecosistemas degradados.
- Defensa contra incendios, plagas y enfermedades.
- Mantenimiento del potencial biológico y productividad del suelo.
- Utilización racional de los recursos naturales renovables o no renovables.
- Uso social, recreativo y cultural de los terrenos forestales.
- A largo plazo, generación de condiciones socioeconómicas que eviten el desarraigo de las comunidades rurales.
- Diversificación del paisaje rural y del propio entorno urbano.
- Participación e implicación de colectivos vecinales, asociaciones de diversos ámbitos y personal voluntario.
- Reforzar la conciencia sobre la problemática medioambiental.
Beneficios
de los campos de bosques
- Aprovechamiento sostenible de maderas, leñas, carbón vegetal, miel, plantas aromáticas, frutos forestales, caza, pesca, pastos para el ganado, resinas, productos para la industria, etc., y el consiguiente aumento de la biodiversidad.
- La reforestación, la restauración paisajística y la jardinería auctóctonas, en zonas urbanas, luchan contra las plagas que, por miles, son introducidas a diario en nuestras ciudades a través de la jardinería, con plantas alóctonas (no nativas, transportadas de su lugar de origen a otro), virus, bacterias, hongos, otras especies nocivas, insectos y hasta en algunos casos extremos, pequeños reptiles y micromamíferos (en cargamentos de plantas no sometidos a controles).
- La protección frente a la erosión, la pérdida de fertilidad de suelos, el aterramiento de cultivos, las inundaciones, las industrias y cultivos, los aludes de tierra, etc.